El dengue clásico es una infección viral transmitida por mosquitos, y aunque generalmente es menos grave que el dengue hemorrágico, requiere un manejo adecuado para evitar complicaciones.
1. Hidratación adecuada:
Liquidos orales: Es crucial mantener al paciente bien hidratado, ya que el dengue puede causar deshidratación debido a la fiebre alta y la pérdida de líquidos.
Soluciones electrolíticas:
Se pueden usar soluciones de rehidratación oral (como el suero oral o líquidos con electrolitos) para prevenir la deshidratación.
Evitar bebidas azucaradas o jugos muy concentrados, ya que no son lo suficientemente efectivos para la rehidratación.
2. Control de la fiebre:
Paracetamol: El medicamento de elección para controlar la fiebre y el dolor es el paracetamol. Es importante evitar el uso de antiinflamatorios no esteroides (AINEs) como el ibuprofeno, ya que pueden aumentar el riesgo de sangrados.
Baños tibios: Si la fiebre es muy alta, un baño tibio puede ayudar a reducirla, pero nunca se deben usar baños fríos o helados.
3. Reposo:
Es fundamental que el paciente repose lo más posible. El esfuerzo físico puede empeorar los síntomas y aumentar el riesgo de complicaciones.
Asegúrate de que el paciente tenga un entorno tranquilo y cómodo.
4. Monitoreo constante:
Observación de signos de alerta: Es fundamental que los padres o cuidadores estén atentos a cualquier signo de alarma, como dolor abdominal intenso, sangrado (por ejemplo, encías sangrantes o manchas rojas en la piel), vómitos persistentes, dificultad para respirar o un cambio significativo en el estado de alerta del paciente.
Exámenes de laboratorio: Es importante hacer seguimiento de los análisis de sangre para evaluar la cantidad de plaquetas y hematocrito, ya que el dengue puede afectar estos valores.
5. Alimentación suave y ligera:
El niño puede tener falta de apetito, pero se deben ofrecer alimentos blandos, fáciles de digerir, y ricos en líquidos como sopas o purés. Evitar alimentos pesados o irritantes.
6. Evitar la exposición a mosquitos:
Aunque el paciente ya tiene dengue, es importante prevenir la transmisión del virus a otros. Utiliza repelentes de mosquitos (seguros para la edad del niño) y coloca mosquiteros en su cama o en el área de descanso.
Asegúrate de que el entorno esté libre de criaderos de mosquitos (agua estancada en recipientes).
7. Seguimiento médico:
Mantén un contacto cercano con el médico tratante para monitorear la evolución del paciente, especialmente en los primeros días de la enfermedad.
Si el paciente presenta signos de empeoramiento o complicaciones, busca atención médica inmediata.
Con estos cuidados y vigilancia, la mayoría de los pacientes con dengue clásico se recuperan sin problemas graves. Sin embargo, siempre es importante mantener un seguimiento adecuado, especialmente en pacientes jóvenes.

Dra.Sandra M. Trujillo Lara
Máster en Salud pública
Salud Sexual Reproductiva
Diplomado en Formulación administración y evaluación de proyectos.